Llegará un día – muy pronto quizás – en que se reconozca lo que falta a nuestras ciudades: lugares silenciosos (…) para la meditación; lugares con elevadas e largas galerías para los días de lluvia y sol, a los cuales no lleguen el ruido de los coches ni los pregones de los mercaderes; (…) algo que expresara lo que tiene de sublime la meditación y el alejamiento del mundo.
- Friedrich Nietzsche
Con este aforismo denominado Arquitectura para los que buscan el conocimiento, queremos exponer ciertos puntos que nos parecen pertinentes para aproximarnos a la arquitectura como disciplina que nos exige una postura crítica en relación al proyecto, así como un constante estudio de sus nuevas agendas y perspectivas, desestabilizando las creencias y los enunciados que poseemos como verdades absolutas.
En su libro Técnica y Arquitectura en la Ciudad Contemporánea, Iñaki Ávalos va a exponer las diversas transformaciones que los edificios en altura pasaron desde la arquitectura moderna hasta algunas materializaciones contemporáneas. Así mismo, nos muestra como la arquitectura es capaz de revelar, por medio de su materialidad e inserción en el tejido urbano, los cambios fundamentales del pensamiento de su tiempo, la adaptabilidad a nuevas técnicas y factores climáticos, los cambios espaciales internos, sus relaciones con el exterior, factores económicos, entre otros.
El impacto de un edificio dentro de cualquier tejido urbano es grandioso, ya sea por su masa – la cual ahora hace parte del horizonte de la ciudad – como por sus cambios en el entorno inmediato alterando la densidad, movimiento, transporte, nuevos usos y dinámicas. Desde este punto de vista, un nuevo edificio ocasiona una perturbación en el lugar donde se insiere, siendo el mayor reto el de crear una posible coexistencia entre el nuevo programa y el lugar donde se arraiga.
En relación al proyecto del Concurso del Banco de Fomento, creo que habríamos que hacernos algunas preguntas en relación a la ciudad que queremos, pensando en las repercusiones que una nueva intervención pueda ocasionar a largo plazo. En relación al centro histórico de Asunción, ¿pretendemos que este sea entumecido, intentando erguirse con lo que queda del él, en medio de un sistema de transporte urbano contaminador e ineficaz? ¿Pretendemos un centro urbano donde puedan darse superposiciones, coexistiendo lo nuevo y lo viejo, posibilitando una mayor densidad y nuevas apropiaciones principalmente para quien transita a pie? ¿Qué ciudad estamos buscando y qué ciudad queremos dejar para el futuro?
En el proyecto ganador para el concurso existe una clara intención de entender la propuesta como una nueva superposición en la ciudad existente, dentro de un contexto delicado por sus variables y su dinámica urbana. El edificio se materializa por medio de piezas sólidas y vacías, las cuales acotan y definen vistas lejanas, así como establecen relaciones con los marcos simbólicos y el propio trazado de la ciudad. Estas piezas se someten a un proceso de rotación, dotando de luz y aire al edificio patrimonial a nivel de calle, evitando establecer una pared colosal que sofoque al edificio preexistente. La propuesta busca ocupar lo mínimo posible el suelo ganando densidad en altura. De esta manera se otorga a la ciudad un espacio público o plaza pasante que ingrese a la propuesta, permitiendo un franco acceso a los nuevos programas y al edificio patrimonial, transformado ahora en espacio cultural.
El proyecto ha despertado una gran curiosidad y ha levantado una serie de discusiones desde varios estamentos de la sociedad. Esto es alentador, ya que estamos entendiendo que la arquitectura por medio de su materialidad permite testimoniar las transformaciones de una sociedad. Desde esta perspectiva, se hace necesario entonces establecer cuáles son los parámetros de discusión que deberían ser expuestos, evitando juicios de valores estéticos que sitúen la discusión fuera de la esfera de nuestra disciplina, así como gustos personales que son irrelevantes en este espacio de debate. De esta forma podemos construir fundamentos más críticos y asertivos sobre nuestro compromiso como arquitectos y pensadores de nuestras ciudades. Y quizás un día también, podamos aproximarnos al silencio y al alejamiento del mundo enunciado por Nietzsche y desde esta condición transponer la mirada más allá, a aquella ciudad que queremos para el futuro.
Datos del Concurso para el proyecto del Banco Nacional de Fomento
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