El Yrupe y nuestra educación

Yrupe

El Yrupe y nuestra educación

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El verano en Paraguay es una oportunidad propicia para descubrir nuestras maravillas naturales. Justamente en esta época tenemos dos casos bien puntuales que cuestionan nuestra capacidad educativa: el jakare yrupe y las playas de Encarnación.

La repentina aparición de un grupo de yrupe en las lagunas de Piquete Cue parece que abrieron los ojos a la ciudadanía sobre esta belleza natural que crece en nuestro país. Esta planta acuática despliega diversas características que la hacen magnífica, tanto así que fuera apodada como regia al ser descubierta la especie que crece en el Amazonas, que es muy parecida a la nuestra. Nuestra especie es un nenúfar de la familia de las Ninfeáceas, a la que pertenece la famosa flor de loto, que se llama Victoria cruziana Orb., conocida popularmente como yrupe (criba o tamiz del agua) o jakare yrupe.

Es una planta maravillosa y espléndida debido principalmente a la belleza de sus enormes hojas redondas en forma de platos flotantes y de sus flores de casi 30cm de diámetro que mantiene una relación evolutiva compleja con ciertas especies de escarabajos que la polinizan.

La planta es acuática porque se desarrolla completamente en el agua, en cuerpos de aguas quietas o lagunares. Su raíz es un grueso rizoma espinoso que se ancla en el fondo de la laguna y va generando matas a todo su largo. Cada mata comprende un tallo de donde surgen largos peciolos que sostienen unas hojas flotantes. Estas hojas van desarrollándose en diversas formas según van creciendo, desde hojas elípticas pequeñas hasta las magníficas gigantescas hojas flotantes en forma de discos. Estas hojas son de color verde brillante por arriba, poseen un borde levantado de unos 6 a 7 cm que terminan al unirse a su peciolo, y un envés rojizo cuyas nervaduras forman una compleja red cuadricular de compartimentos que capturan el aire y evitan que la hoja se hunda. Pueden tener más de 2m de diámetro y sostener un peso flotante de 40kg.

Pero ahí no termina su esplendor; en su madurez la planta produce una flor globosa de pétalos blancos y de 25 a 30 cm de diámetro. Esta flor es hermafrodita, es decir posee órganos sexuales masculinos y femeninos, y florece dos veces en dos noches consecutivas para completar su circuito de polinización como sigue: la flor primero antes de abrirse genera calor (Sí, es termogenética, produce su propio calor) y despide un fuerte aroma a piñas para atraer insectos. El pimpollo se abre en la primera noche ya con su gineceo maduro y permite el ingreso de escarabajos (Cyclocephata castaneal) que pueden traer el polen de otras plantas y polinizarla. Al amanecer se cierra rápidamente en pocos minutos, atrapando varios insectos dentro de sí. Estos insectos raptados por la planta son mantenidos vivos a la espera de la segunda noche donde maduran los estambres, para llenarlos de polen. Así en su segunda noche se abre para liberar a sus escarabajos polinizadores. La flor blanca al inicio se convierte luego en una flor blanca y roja al madurar, de increíble belleza.

Al tercer día la flor ya polinizada y madurada, se vuelve a sumergir para producir su fruto. El mismo es una espiga cargada de frutos carnosos que son comestibles tostadas (por ello recibe el nombre de maíz del agua). Al madurar desprende estos frutos que al inicio son flotantes y pueden migrar con el agua a otras partes donde luego se sumergen y producen otra planta. De ahí la creencia que vienen con las inundaciones.

Toda la planta y su historia natural son tan increíbles y despiertan una curiosidad y admiración innatas que incluso son fuente de varias leyendas guaraníes. En general se asocia al yrupe con la luna (yasy), donde una doncella queriendo apropiarse de la belleza de la luna y ante vanos intentos de abrazarla en el cielo, se ve obligada a lanzarse a su reflejo en el agua de la laguna, donde Tupa la convierte en esta planta (CABRERA, Oscar A. 2010. MIEL DE CAÑA. MITOS, LEYENDAS, CREENCIAS, CUENTOS, RELATOS, CASOS, FÁBULAS. ACUARELAS DEL FOLKLORE PARAGUAYO. LIBROFACIL Asunción – Paraguay. 217 págs.)

Esta planta anteriormente era abundante y habitaba todas las lagunas cercanas a los ríos Paraguay o Paraná. Es perenne, es decir que no se muere como dicen algunos. El problema es que son cosechadas para venderlas como plantas supuestamente medicinales. A la fecha, no existe ninguna evidencia de poder curativo alguno, ni uso tradicional antiguo, salvo el hecho de su venta como remedio en mercados informales. Una venta un poco inescrupulosa y que destapa el tema que venimos a discutir… ¿Qué pasó con el yrupe de Piquete Cué?

Mientras la noticia corría y se regaba por las redes sociales, ya la gente invadía la laguna para descuartizar las plantas incluso antes de que florezcan y fructifiquen. No es por nada, pero parece que nuestra sociedad no puede, está incapacitada de ver la belleza en un sentido contemplativo y respetuoso… De ahí también el tema de la basura en las playas de Encarnación. Las noticias pusieron en destaque, así como muchos memes de medios sociales, la indignación por la gran cantidad de basura vertida en las playas de Encarnación.

Y podemos arrimar muchos otros ejemplos más, los arroyos de Piribebuy infestados de latitas de cerveza y botellas, la onda playera paraguaya con tunning al extremo y basura por doquier, la Bahía de Asunción, que en vez de engalanarse de yrupe como antes lo hacía, está ahora incapacitada para bañistas por la basura, etc. Parece que es cierto que al paraguayo, a la paraguaya, nos incorporaron un chip en el cerebro donde convivir con la basura, el desorden, el ruido y la depredación es algo normal, habitual y culturalmente aceptable. Es por esta idiosincrasia que muchos de los atractivos naturales que permanecen están porque los propietarios de las tierras cierran el acceso a personas por este motivo.

La pregunta que surge es ¿Cuándo nos mal educamos así? ¿Cómo se incorporó esto a la cultura social nuestra? Las leyendas guaraníes nos muestran que las culturas ancestrales se conmovían por la belleza, la respetaban y usaban en la medida adecuada para no perder el recurso. Sin embargo actualmente nuestra sociedad depreda, ensucia, contamina y no le importa lo bello, que hasta parece ser una cosa casi accidental.

Aquí está el punto central de la cuestión: debemos partir de la educación en la belleza. En nuestra naturaleza paraguaya tenemos cientos y hasta miles de casos de plantas y animales como el yrupe, que la gente no conoce. Pero en estas condiciones que vemos, necesitamos educarnos en la contemplación de la belleza como algo superior, algo que nos remite a los ideales más altos de felicidad, justicia, arte, etc. Recién ahí podríamos hasta pensar, por qué no, en poder contar con jardines urbanos decorados con esta hermosa planta, como Ñu Guasu y la Bahía de Asunción, entre otros. La belleza es uno de los ideales más altos de la persona humana, de ahí también que debemos reconocer el escándalo de mucha gente que desde los medios sociales elevaron su voz de protesta. Ojalá que sigamos así y como dijo Oscar Wilde en El Retrato de Dorian Gray:

La belleza es, de las formas del genio, la más elevada, porque no tiene necesidad de ser explicada, es uno de los hechos absolutos del mundo”.

Debemos partir de la enseñanza de lo bello.

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José L. Cartes, MSc

Investigador en Biodiversidad, Categorizado en PRONII, Cat. I – Magister en Manejo de Vida Silvestre de la Universidad de Córdoba, Argentina – Especialista en Biología de la Conservación, Áreas Protegidas y Mastozoología con más de 20 años de trayectoria en Paraguay

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