Emprender es una cadena de relaciones

Emprender es una cadena de relaciones

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Diciembre es un mes de cierres… para las empresas es el cierre del año fiscal, y la mayor parte de las personas aprovecha para reflexionar sobre los meses pasados y establecer metas para el futuro.

En este contexto, QuOI pro conversó con Walter Armele para conocer sus ideas sobre el papel del empresario, en especial en este año que golpeó a más de uno. Walter es Licenciado en Administración de Empresas, presidente de Hospicenter S.A. – empresa con más de 25 años en el mercado paraguayo –, miembro del directorio de Venezia S.A., y también presidente de la recién constituída Venepak S.A. Es también socio colaborador de la Fundación Banco de Alimentos y de la Asociación Santa Caterina da Siena. Tiene 43 años, está casado con Eliana Ruíz Díaz, y sus hijos son Mayra, Bruno, y Samira.

QuOI pro [QP]: ¿Que siginifica para vos ser empresario? ¿Por qué vale la pena invertir, arriesgarse con el capital?

Walter Armele [WA]: Ser empresario es un desafío y una gran responsabilidad, en la cual uno toma conciencia que puede construir algo, generar algo; algo que se vuelva positivo para uno mismo y para los demás. Y en ese algo desde el primer día uno percibe que necesita de los demás, que solo no lo puede hacer. No hay emprendimiento, por más pequeño que sea, que no requiera de una cadena de personas y de relaciones para poder llevarse a cabo (socios, proveedores, funcionarios, clientes, etc.), como todo en la vida, y en el rol del empresario no olvidar nunca esto es fundamental.

Y el invertir capital entra dentro de esta misma dinámica, en el proyectar generar algo (con todo el trabajo que un plan de negocios serio implica, por supuesto, no solo una mera expectativa de que el proyecto vaya bien), sabiendo que existen variables que uno no puede controlar, y en ese caso ser responsables en el análisis del impacto que cada una de ellas podría tener; y otras que sí podemos controlar y en las cuales derramamos todos los involucrados nuestras capacidades, profesionalismo y creatividad para que el resultado de la inversión sea el esperado.

QP: ¿Cómo se logra construir/hacer empresa en una realidad en constante cambio?

WA: Justamente observando la realidad y respondiendo a ella. Esto es algo permanente en el empresario: estar atento, observando, y en base a lo observado entra a jugar esa sensibilidad casi natural del emprendedor de encontrar algún producto o servicio (nuevo o mejorable) para responder a alguna necesidad. La dinámica es la misma en un mercado en constante cambio, lo que varía es que la empresa (es decir todas las personas que forman parte de ella) debe ser lo suficientemente flexibles para que este ciclo se produzca en periodos cada vez más cortos si la realidad así te lo demanda.

QP: ¿Cuáles son las condiciones para ganarse un lugar en el mercado, teniendo en cuenta la gran competencia?

WA: Al igual que las personas, la empresa tiene una identidad y tiene que ser leal a ella. Esa identidad debe ser claramente percibida por el mercado para establecer los vínculos con los clientes afines a ella. De esa manera se genera el nicho de mercado en el cual la empresa debe ir ganando su lugar en medio de la competencia. El mensaje no puede ser confuso... por ejemplo, una empresa no puede tener una estrategia de mercado agresiva en precios pero querer enfocarse al segmento AAA [Nota de la Redacción: segmento de compras de lujo] de su rubro. Y por supuesto toda la estructura de la empresa debe estar orientada y en sintonía con esta identidad empresarial.

QP: En el tema de RR.HH., ¿cuáles son los principales desafíos a la hora de mirar a la persona y no considerarla un dato o un factor de producción y nada más?

WA: Decíamos al inicio que el empresario solo no puede hacer empresa, que necesita de otros. Eso te pone en una postura humana de reconocer que vos empresario estás junto con otros para responder a un deseo, a una necesidad. Se establece el vínculo laboral en el cual la persona busca responder a ese deseo, a esa necesidad de algo bueno para mi vida (llevar el sustento a mi casa, brindarle una mejor calidad de vida a mi familia, expresar mi humanidad a través de mi trabajo, etc.), y algo bueno también para los demás (mis capacidades y empeño puestos en el trabajo que desempeño en la empresa serán un bien para la empresa, la harán funcionar mejor, ser más eficiente y obtener la rentabilidad esperada, por supuesto). Y a partir de ahí esa relación entre empresa y funcionario se vuelve un bien para toda la sociedad: existe un producto en el mercado disponible para responder a necesidades de los clientes, a través de los impuestos que pagan las empresas y los profesionales esa relación laboral se vuelve algo positivo para toda la sociedad porque es utilizada para salud, seguridad, infraestructura, servicios (bien o mal esto es así).

Es dentro de esta trama de relaciones, de mirarme a mí mismo y a los demás de esta manera que brota lo mejor de nosotros en nuestra dimensión laboral, y no en un ambiente sofocante en el cual nos tratamos simplemente como factores productivos.

QP: ¿Qué le dirías a los jóvenes que se preparan para ingresar al mundo laboral?

WA: Que es nuestro yo el que estamos expresando a través de nuestro trabajo, así como una mamá expresa su maternidad en la relación concreta con sus hijos, de esa misma manera yo expreso lo que soy en el ámbito laboral a través de la forma en que trabajo y en que me relaciono con mis compañeros, en la manera en la que estoy frente a esa realidad. Toda mi creatividad, mi dedicación, mi profesionalismo puestos en acción en la vida laboral son la expresión de toda mi persona en este momento presente, buscando un bien para mí y para los demás. No se puede vivir el trabajo (o no se debería porque no te construye) como el aspecto negativo de la vida que tengo que hacer para poder subsistir y tener los recursos financieros para poder vivir mi vida en los otros momentos que sí me interesan (disfrutar con mi familia, con mis amigos, etc).

QP: ¿Que te parece que hace falta en nuestro país para generar una mentalidad de emprendedores?

WA: La capacidad creativa del paraguayo, su capacidad de sacrificio, de resiliencia son algo que están muy arraigados en la cultura de nuestro país y la historia así lo demuestra. Pero todos debemos favorecer un ambiente a nivel laboral para que se potencien estas capacidades: el Gobierno tiene organismos ya constituídos que podrían funcionar mejor y brindar más apoyo y capacitación para fomentar y apoyar el emprendedurismo.

A nivel educativo también podemos actuar; hay una necesidad de mejorar la educación financiera de las personas, la lógica de administrar un emprendimiento es básicamente la misma que la de administrar el presupuesto familiar. A modo de ejemplo menciono el hecho que muchas veces las personas se endeudan solamente sabiendo el monto de la mensualidad que van a pagar, y no tienen idea de la tasa de interés que están pagando, esto no es nada bueno para un presupuesto familiar, y el día que decidan emprender algo será un problema también.

QP: ¿Cuál es tu mayor satisfacción al mirar el camino recorrido con esta empresa?

WA: Que ha sido algo positivo para mi vida y la de mi familia, que ha sido algo positivo para los demás (socios, funcionarios, proveedores, clientes, etc.) y que ha sido algo positivo para toda la sociedad (oportunidad laboral, responsabilidad social, impuestos, etc.) Cada empresa tiene como finalidad el ser algo bueno en estas 3 dimensiones, que no se contraponen ni van por caminos separados, sino todo lo contrario.