Quiero aprovechar el día de la madre para soltar estas líneas hace tiempo postergadas.

¿Qué es ser mamá de Ángel? Tantas cosas…

En un primer momento tuve que defender su vida. Aceptar la maternidad siendo soltera es pura gracia. No puedo dejar de pensar en el sí de María… (cf. Lc. 1, 38)

Y Dios hizo que pariera dos veces al mismo hijo: cuando nació y cuando fue diagnosticado con autismo. Y después del shock decidí custodiar cada instante de la vida de una persona que tal vez no seguiría las metas esperadas de los hijos típicos. Y sin embargo cada pequeño logro se convierte en un triunfo.

Tenemos un vínculo estrecho, a pesar de que ya es adulto. Sigue dependiendo de mí como un niño pequeño, pero su interior, escondido en su silencio, es para mí un misterio.

A veces no me deja tiempo ni para respirar… pero sin él no existe el aire. Es difícil ser su madre, entender sus enojos y manías… Pero no estamos solos: Dios está siempre presente en los rostros concretos de los amigos, que son también conmigo padres y madres de Ángel.