El nuevo paradigma del fútbol

Pasión de multitudes

El nuevo paradigma del fútbol

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El mundial de fútbol de Rusia 2018 ha dado mucho que hablar, por sobre todo debido a la incorporación del uso de nuevas tecnologías. Y cuando digo “nuevas tecnologías” no me refiero solamente al polémico y discutido “VAR” (Video Assistant Referee), pues se habrán dado cuenta que la pelota cuenta con un dispositivo que marca su posición ante la línea del gol y que cada partido cuenta con 30 cámaras de alta tecnología, es decir son móviles, tienen tomas en súper HD y pueden reproducir a cámara lenta escena por escena con una calidad sorprendente.

Muchos comentaristas deportivos se limitan a criticar amargamente esta tendencia, aludiendo a que el fútbol es pasión y que dentro de esa pasión existen esos conocidos “errorcitos” o “picardías” que hacen del fútbol una gran fiesta. Oyendo a estos comentaristas me entra mucha duda si realmente quieren esa “fiesta”, quieren al fútbol o simplemente buscan mantener el “polemicismo” como una suerte de periodismo amarillista, que es lo que vende.

Pero vayamos a lo que me impulsó a escribir estas líneas. Primero nos toca responder a la pregunta ¿Por qué esta tendencia de tecnificar el fútbol?

La respuesta pareciera ser muy compleja, pero en realidad es muy fácil y es ontológica al ser humano. A pesar de la pasión y el extremo de fanatismo que puede llegar una persona en este deporte, también posee un corazón que le exige nobles ideales, entre ellos belleza, amor, justicia. El reclamo de la justicia no es un detalle menor, y es un reclamo justo que todos tenemos inserto como parte estructural del ser humano. Y eso se refleja en la tendencia actual, no sólo en el fútbol, sino en todos los deportes.

Por ello esta tendencia es inatajable. El mundial de Rusia es sólo el inicio. Para Quatar ya estaremos innovando nuevamente con dispositivos que marquen las decisiones arbitrales difíciles, tales como la posición adelantada y si la pelota traspasó o no el umbral de un tiro lateral o de esquina, etc. Lo mismo ya sucedió en el rugby, el fútbol americano, el béisbol, y otros deportes.

Pero ¿por qué representa un nuevo paradigma? La palabra paradigma se interpreta en este caso como modelo, donde las nuevas formas tecnológicas inducen a generar un nuevo modelo del fútbol. Por ejemplo, miremos el mundial de Rusia. Nunca antes se cobraron (y se des-cobraron) tantos penales en un torneo mundial ¿Qué significa eso? Que el juego debe adaptarse de alguna forma; o la marca es más técnica y menos bruta o la actuación de los delanteros se vuelve más refinada… Al parecer, lo segundo es bastante difícil de cumplir con 30 cámaras de alta tecnología, pero no imposible. Aun así sería en menor incidencia que antes. Este cambio de actitud es muy visible en los partidos jugados en Rusia, cuando los equipos moderan su juego ante las sanciones impuestas por el VAR.

Dicho de otra manera, el modelo del fútbol mundial apunta a un control más estricto de las jugadas, y por ende, la salida a esto es volver al “jogo bonito”, al cambio de estrategias, a jugadores de mucha fuerza física y habilidad. Esta tendencia cortaría una racha del fútbol sudamericano, donde las mañas y engaños llegaron a niveles inverosímiles. Las actuaciones cuasi profesionales para inventar faltas, o por otro lado la pasividad arbitral de no cobrarlas a los equipos mimados, tienen que ir disminuyendo si queremos tener un nivel adecuado de competitividad mundial. En otras palabras, replantea todos los factores, desde la forma de jugar al mismo arbitraje y los comentarios periodísticos que suelen acompañar este tipo de “juego mañoso”. Todo debe cambiar y adaptarse a este nuevo modelo.

Este es un factor muy importante porque la reacción normal de todo ser humano es tratar de evitar el cambio. Aferrados al cliché “la tecnología sacará la pasión al fútbol” buscan evitar generar estos cambios. Sería muy tonto desconocer esta nueva tendencia y tratar de seguir con modelos ya prácticamente perimidos del fútbol. Lo único que se podría lograr con esto, es que nuestro fútbol cada vez sea menos competitivo, aunque conocemos que tenemos la calidad suficiente como para adaptarnos a un ´futbol mucho más técnico y táctico, que es lo que actualmente está triunfando ¿Esta tecnología acabará con la pasión del fútbol? Eso es imposible en tanto se corresponda a esos ideales que todos, como seres humanos, llevamos en nuestro corazón. Sólo cambiarán algunas cosas y, por sobre todo… ya no habrá más una “mano de Dios”.

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José L. Cartes, MSc

Investigador en Biodiversidad, Categorizado en PRONII, Cat. I – Magister en Manejo de Vida Silvestre de la Universidad de Córdoba, Argentina – Especialista en Biología de la Conservación, Áreas Protegidas y Mastozoología con más de 20 años de trayectoria en Paraguay

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