Propuestas de solución hacia la sostenibilidad ambiental

Pastor con su ganado en un paisaje boscoso (1615-1622)
Peter Paul Rubens

Propuestas de solución hacia la sostenibilidad ambiental

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Muchas inquietudes se despertaron debido al Decreto 7702 recientemente promulgado por el ejecutivo. Principalmente la discusión gira en torno a la interpretación de varios artículos cargados ciertamente de imprecisiones que pueden generar un escenario de desarrollo basado en la degradación o mantenimiento de la degradación de los recursos naturales. Este último artículo de una serie de tres pretende ser un corolario después de tratar el tema del desarrollo del Chaco y posteriormente la necesidad de que el marco legal se ajuste a sistemas de uso verdaderamente sostenibles y no sólo eufemismos estériles.

Tenemos que partir primero de la teoría de sistemas. Todo cae dentro de un amplio sistema, que se llama ECOSISTEMA. Es NATURAL cuando se trata del resultado de la evolución biológica entre las múltiples relaciones de sus componentes vivos e inertes, y es ANTRÓPICO cuando se trata de los paisajes modificados por el desarrollo humano (agricultura, infraestructuras, ciudades). La teoría de sistemas es muy simple: cuando uno o más componentes del mismo es afectado eso también afecta a los demás componentes y al funcionamiento de todo el sistema1. El problema es que cuando el sistema es muy complejo, no se puede saber con precisión cómo se afectará a los demás componentes.

La SOSTENIBILIDAD es un principio básico que apunta a esta teoría, es decir, afectar a ciertos componentes (usar los recursos) sin que la afectación al sistema impida su normal funcionamiento, al menos en sus funciones esenciales2. Dicho de otra manera, para ASEGURAR LOS RECURSOS NATURALES para las generaciones futuras, debemos tratar que el sistema (el ecosistema) pueda mantener sus FUNCIONES VITALES (SERVICIOS AMBIENTALES).

Así tenemos entre los sistemas naturales a los bosques y los otros tipos de paisajes naturales que son las sabanas herbáceas, esteros, humedales y desiertos. Estos ecosistemas son el resultado de cientos y hasta MILES DE AÑOS DE EVOLUCIÓN, donde la interacción de sus innumerables seres vivos entre ellos mismos y el medio mineral, produce ese tipo de paisaje determinado3. Por ello el bosque no puede ser definido en esencia como una simple asociación de árboles que tienen X % de cobertura de copas. Contrariamente un área boscosa natural SE DEBE DEFINIR POR TODO EL SISTEMA, es decir las áreas que tienen o potencialmente pueden desarrollar una cobertura arbórea muy compleja como fruto de su sucesión natural, es decir de su evolución biológica en el tiempo y su interacción con el ser humano4.

Estos paisajes que son la forma visible de estos ecosistemas naturales se encuentran en un estado de equilibrio en el tiempo. Es decir que son perfectamente sostenibles. Sólo necesitan los ciclos climáticos naturales y la luz del sol y mantienen sus características y su funcionamiento a lo largo del tiempo.

En el otro extremo tenemos a las ciudades. Las ciudades son los paisajes antrópicos más evidentes ya que comprenden grandes concentraciones de gente que vive en una acumulación de infraestructuras que incluye sus viviendas, bienes y servicios que necesitan para vivir. Pero las ciudades son sistemas TOTALMENTE INSOSTENIBLES que necesitan de un gran aporte de bienes y servicios externos para poder funcionar a lo largo del tiempo. Es decir que las ciudades no producen sus alimentos, su agua, su energía y otros bienes que necesitan para funcionar. Posiblemente si dejamos las ciudades completamente solas, desaparecerían.

Y los alimentos que necesita una ciudad, aparte de muchos otros bienes, provienen en parte de los ecosistemas naturales (extracción de recursos naturales) y antrópicos (desarrollo de la agricultura) cambiando radicalmente gran parte de un ecosistema a un sistema manejado por el ser humano. Los sistemas agrícolas (incluyendo a los pecuarios y forestales) provocan cambios dentro del sistema. Estos cambios hacen que el sistema se vea impactado, y en ese sentido siempre son más o menos insostenibles según mantengan o no un nivel mínimo de funcionalidad de los ecosistemas donde se asientan. Casi siempre, incluyendo los sistemas de usos ancestrales, el impacto de la agricultura es insalvable y necesitan de ayuda externa para desarrollarse sobre la base de un enfoque más ecosistémico5.

Esto se explicaría mejor así: mientras un cultivo necesite menos bienes y servicios provistos por el ser humano entonces es más sostenible. Es decir, mientras menos abono, corrección del suelo, agua, control de plagas, etc., necesiten se puede afirmar que son más sostenibles. En tanto que cuando necesitan un gran manejo de esos aspectos, se vuelve más insostenible. Y los bosques realizan gran parte de ese trabajo de forma natural y gratuita a través de sus servicios ambientales o servicios ecosistémicos.

Por ejemplo; los bosques producen suelo, el mismo suelo donde se cultivan. Aportan materia orgánica en cantidad, mantienen los microorganismos del suelo (se estima que por cada animal vertebrado, existen más de 1012 microorganismos, Figura 1), conservan la humedad del suelo, sus vapores y aerosoles bajan la temperatura del aire, mantienen un microclima local, poseen gran cantidad de organismos polinizadores (sin la cual se podría perder hasta el 30% de la productividad de ciertos rubros agrícolas), son un refugio para el ganado en los días calurosos, proveen mucho forraje para el ganado en épocas críticas, captan agua superficial al subsuelo, mantienen los cursos hídricos, entre otros servicios que NADIE ACTUALMENTE ESTÁ PAGANDO.

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Fig. 1. Una pequeña muestra de la complejidad de los componentes bióticos de un ecosistema en relación a un animal vertebrado. A esto se suma la interacción de cada uno con los componentes minerales. Fuente: https://attra.ncat.org/attra-pub/viewhtml.php?id=282

Los sistemas agroforestales y silvopastoriles tratan de mantener algunos de estos servicios, pero en general sirven más a la amortiguación de los impactos propios de la agricultura que a reemplazar la provisión de servicios ambientales del bosque natural6. Entonces un cultivo forestal mixto, multifuncional, donde se cultiven especies nativas, eucaliptos y otros, rubros de renta como yerba mate, maíz, banano, granos, etc., tiene un nivel bajo de servicios ambientales ya que no puede reemplazar a los de un bosque o ecosistema natural.

Lo que el Decreto 7702 debería haber hecho es SIMPLEMENTE REGLAMENTAR quienes deben restaurar sus ecosistemas boscosos en un 5%, áreas deforestadas antes de 1986, y en un 25%, las deforestadas desde 1986. Dentro de ese proceso de restauración hubiera sido válido incorporar los bosques multifuncionales y los bosques mixtos, pero con un mínimo de 60% de especies nativas y 40% de exóticas como parte del manejo de la restauración a un bosque nativo natural a más largo plazo. Es decir, temporalmente y con objetivo de conservación tal como dice la ley 422. Pero NO SE PUEDE ACEPTAR que esos sistemas se mantengan indefinidamente en el tiempo, ya que eso implica a renunciar a gran parte de los servicios ambientales que ya perdimos, pero que podemos recuperar. Una vez que el ecosistema boscoso esté recuperado, se puede hacer un manejo sostenible del bosque natural y seguir sacando una rentabilidad del área aparte de sus servicios ambientales, pero siempre manteniendo su cobertura forestal nativa.

En Brasil existen excelentes experiencias de este tipo de restauración del bosque nativo usando cultivos de especies forestales de rápido crecimiento como eucaliptos, entremezclados con especies nativas. Las especies de rápido crecimiento sirven para acelerar el proceso de sucesión ecológica, brindando a las especies de árboles de dosel las condiciones de bosques interiores7. Después de un desarrollo de 20 a 30 años, se van reemplazando los eucaliptos y otras especies exóticas por especies nativas. Puede que 30 años parezca un tiempo enorme, sin embargo cabe destacar que estos ciclos forestales son sumamente cortos comparados con países como EE.UU., Canadá y Finlandia donde los ciclos son de 80 y más años. En la Figura 2 podemos observar un caso de restauración exitosa en el estado de Paraná llevado a cabo por el Proyecto Agua Boa de la Itaipú Binacional llamado “Corredor Santa María” (que cruza la carretera 277 a la altura del primer peaje después de Foz do Iguaçu, Paraná).

Santa María {.main_image}

Fig. 2. Imágenes de la sucesión alcanzada en el proceso de restauración forestal en el “Corredor Santa María”, en el estado de Paraná, para unir la margen izquierda del embalse de Itaipú con el Parque Nacional Iguaçu. En sólo 10 años, se puede observar una notable recuperación del ecosistema boscoso. Fuente: Projeto Agua Boa – Itaipu Binacional

Vuelvo a insistir en que los problemas del Decreto 7702 radican en que deja a las instituciones de ejecución (SEAM e INFONA) la posibilidad de reglamentar lo reglamentado; tiene definiciones muy cuestionables y peligrosas, y asume que, de forma indefinida, con la Compra de Certificados de Servicios Ambientales (CSA) o con el desarrollo de bosques mixtos o sistemas agroforestales se puede subsanar el problema de los pasivos forestales pasados y a futuro. Este debe ser un punto innegociable.

Básicamente, este planteamiento resolvería un problema sobre la base de la renuncia a los servicios ambientales que podemos recuperar o fortalecer en esos pasivos forestales. Los CSA no reemplazan los servicios ambientales que una región perdió por ese pasivo, sino que traslada lo mismo a otro sitio. Es decir, lo que perdimos aquí, se conserva allá, en igual o incluso menor medida ya que BOSQUES DEGRADADOS, BOSQUES SECUNDARIOS O MALTRECHOS PUEDEN ADQUIRIR CSA aun teniendo un bajo desempeño de servicios ambientales. O sea, podemos habilitar un bosque casi primario aquí, con alto nivel de servicios ambientales y a cambio conservar un bosque muy degradado allá, en otra parte, que tiene apenas el 15 o 20% de los servicios perdidos. Así mismo, los sistemas agroforestales y bosques mixtos no reemplazan, más que en un pequeño porcentaje, los servicios ambientales del bosque natural nativo.

Por otro lado, dejar la posibilidad de cambiar regulaciones mediante resoluciones es como dejar una gran responsabilidad a un funcionario contingente, muchas veces sin la preparación técnica requerida. El poder ejecutivo ejecuta, el legislativo legisla. El reglamento debe contener todas las directivas precisas e indiscutibles, sin dejar espacio a dudas o interpretaciones ambiguas para su aplicación. La SEAM e INFONA no debería más que establecer los procedimientos y trámites administrativos necesarios SIN NECESIDAD DE CAMBIAR NINGÚN REGLAMENTO. El reglamento se aplica. Así alcanzaremos un estado de derecho real, y evitaremos estar sometidos a los vaivenes de cambios frecuentes mediantes resoluciones.

Entonces, sintéticamente y repasando, la propuesta que planteo aquí incluye el uso de especies exóticas y hasta sistemas agrosilvopastoriles, pero DE FORMA TEMPORAL y para fines de la RESTAURACIÓN DEL BOSQUE NATURAL NATIVO a largo plazo, un bosque que incluso puede ser manejado y aprovechado sosteniblemente tal como algunas empresas ya lo hacen en nuestro país (v.g. FORCERPA). El sistema sería algo así como:

  • Las propiedades deben restaurar sus áreas de Reserva Forestal, en 5% aquéllas ya deforestadas previamente a 1986 y 25% las que fueron deforestadas posteriormente.
  • La restauración puede basarse en la compra de CSA de forma temporal, en tanto se restaure el área de Reserva Forestal.
  • También puede restaurarse mediante cultivos mixtos con especies de rápido crecimiento, o sistemas agroforestales o silvopastoriles, en tanto se restaure a un tiempo determinado (pueden ser 30 años en la Región Oriental y 40 años en la Occidental).
  • Posterior a ese tiempo, las Reservas pueden ser manejadas y aprovechadas sosteniblemente siempre y cuando mantenga su cobertura boscosa y sus servicios ecosistémicos en niveles aceptables.
  • Las habilitaciones futuras deben conservar la reserva forestal en estado natural pero pueden hacer manejo sostenible del bosque.

La reactivación de 800.000ha aproximadas de pasivos forestales en la Región Oriental, no solamente como bosques de rápido crecimiento, sino como bosques que puedan dar madera de primera calidad, ES UNA POSIBILIDAD REAL QUE NO SE ESTÁ TOMANDO EN CUENTA. Paraguay siempre fue un país de vocación forestal. La industria forestal necesita de esos recursos maderables importantes, y esta es la gran oportunidad para ello. Pero para eso hay que pensar a largo plazo, planteando objetivos sinceros, claros, entendibles y mensurables para evaluar si estamos encaminados o no hacia la meta.

Los servicios ambientales tienen un gran valor económico que es tangible cuando se toman en serio las cuentas en general. Tomemos como ejemplo la ciudad de São Paulo. Hace pocos años se quedó sin agua una ciudad con 12 millones de habitantes. Desde entonces, el estado de São Paulo exigió duramente a los propietarios la restauración de las microcuencas para recuperar su capacidad de captación hídrica en sus reservorios ¿TENEMOS QUE ESPERAR A QUE SUCEDA ALGO SIMILAR? ¿Estamos dispuestos a incrementar ostensiblemente los costos de manejo agropecuario por el alto impacto ocasionado por la deforestación que se promoverá con este decreto?

La supuesta imposibilidad de plantaciones forestales con especies nativas siempre fue un tabú más que una realidad. Generalmente, en las pocas experiencias realizadas los cuidados silvoculturales de estas plantaciones fueron pésimos y los resultados desastrosos. No obstante existen otras experiencias muy exitosas en ese aspecto, como el Proyecto Paraguay Biodiversidad, sistemas silvopastoriles en la colonia Neuland (Figura 3), restauración del bosque chaqueño en la estación Chaco Central de la UNA, parcelas de restauración en San Rafael, entre otras.

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Fig. 3. Experiencia realizada por un propietario de Neuland, de cultivo de algarrobo. En 15 años se obtuvo DAP mayores a 15cm y árboles de 12 m de altura. El crecimiento de especies de árboles chaqueños se da en mucho menos años de lo estimado.

Es necesario estudiar y comprender la sostenibilidad desde su principal sujeto: la naturaleza. Esta no puede ser impuesta a la fuerza, aunque repitamos un millón de veces que algo es sostenible cuando que es todo lo contrario. La decisión es nuestra.


Referencias

1 Ludwig von Bertalanffy 1953 http://www.bcsss.org/the-center/legacy/systems-theory-and-general-system-theory/
2 Ecological Society of America (ESA) 1999 https://www.esa.org/esa/wp-content/uploads/2013/03/issue4.pdf y Bastian et al. 2010 http://www.uni-kiel.de/ecology/projects/salzau/wp-content/uploads/2010/07/Bastian5.pdf
3 Warring et al. 2016 Functional diversity of reproductive traits increases across succession in the Atlantic forest http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2175-78602016000200321&lng=en&nrm=iso&tlng=en
4 Sasaki y Putz 2009 http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1755-263X.2009.00067.x/abstract; y DB Lindenmayer y JF Franklin, 2002 Conserving Forest Biodiversity: a comprehensive multiscale approach
5 Matson et al. 2009. Agricultural Intensification and Ecosystem Properties https://www.researchgate.net/profile/Alison_Power2/publication/45387120_Agricultural_Intensification_and_Ecosystem_Properties/links/543fcb680cf2be1758cfd63c/Agricultural-Intensification-and-Ecosystem-Properties.pdf
6 Hall et al. 2011. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3142548/
7 Campoe et al. 2010. http://www.esalq.usp.br/lcb/lerf/divulgacao/recomendados/artigos/campoe2010.pdf; y Rodrigues et al. 2009. http://www.dpi.inpe.br/Miguel/Michelle/Referencias/Ecologia_da_Paisagem/BiologicalConservation_SpecialIssue_2009/11_Rodrigues_et_al_biocons_2009.pdf

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José L. Cartes, MSc

Investigador en Biodiversidad, Categorizado en PRONII, Cat. I – Magister en Manejo de Vida Silvestre de la Universidad de Córdoba, Argentina – Especialista en Biología de la Conservación, Áreas Protegidas y Mastozoología con más de 20 años de trayectoria en Paraguay

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