Hoy desperté de golpe a la una de la mañana.
Volví a pensar en vos.
Pensé que había dejado morir todo mi amor cuando murió nuestra amistad.
Pero no.
Volví a pensar en vos.
Hoy de nuevo volvés a meterte en mi vida, en mi mente y en mis sueños.
Justo hoy, que sé te voy a ver.
¿De dónde nace esta inútil esperanza?
No hace más que ultrajarme las noches, las horas de estudio.
Ultraja mi silencio.
Trato de hacerla callar.
¿A quién puedo culpar?
¿Al Dios que puso las estrellas en tus ojos y tus ojos en mi pecho;
Tu sombra en mi caminar?
Hoy te voy a ver de nuevo.
Espero que mis ojos no te digan a gritos lo que por dentro tan bien conoces.
No sé de dónde salieron estas lágrimas: no les di ningún consentimiento.
Es tu nombre, una vez más, lo que las despierta y con ellas despiertan todos los recuerdos que tengo contigo.
Pensé que nunca más te recordaría y, sin embargo, aquí están estas letras saliendo con mucho dolor.
Hoy no puedo dormir más, no sabiendo del esfuerzo que hoy me toca para ocultar que molestas hasta la última fibra de mi ser.
Miro al cielo y busco alguna respuesta.
Le pido que no olvide que aquí olvidado dejó un amor.
Miércoles, 13 de marzo de 2013
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